Béisbol: postemporada de aguaceros y pasiones

 Los aguaceros y el enfrentamiento de postemporada de la pelota, entre Naranjas y Alazanes, que continúa hoy en esta ciudad, irrumpieron en la cotidianidad de los habitantes de Villa Clara, casi sin espacio para otros temas de conversación.
   Ni las telenovelas logran ganarse un lugar en las pláticas callejeras; los más optimistas afirman que este es el momento del equipo local -el más estable de la pelota cubana en los últimos tiempos- para ubicarse en primer lugar, en tanto los escépticos esperan los resultados con un mohín en el rostro.
   Preocupa que las lluvias, tan necesarias, afecten el espectáculo que -para muchos- pudiera finalizar hoy, si vencieran los de casa.
   Como el contrario es fuerte, todo puede suceder, y el estadio Augusto Cesar Sandino quedaría, quizá, a merced de algún aguacero mañana.
   Según Conrado Álvarez, meteorólogo del Centro Provincial de Pronósticos, existe un 50 por ciento de probabilidades de precipitaciones en la tarde y la noche, en estos dos días, como parte de un proceso normal de verano, nada vinculado a la hondonada de jornadas anteriores.
   De la misma manera que suben los termómetros en la actual época del año, así se eleva la temperatura entre los parciales del equipo Villa Clara, y proliferan quienes protestan por una jugada de la dirección del equipo o la decisión arbitral.
   En Cuba la pasión por la pelota es “genética”.
   Aida Roche, maestra jubilada de 92 años, confesó que para evitar problemas con la presión arterial, solo le gusta oír la radio o mirar la televisión, cuando toca a los naranjas su turno al bate, y espera que su equipo discuta la final oriental.
   Agregó que los peloteros de Granma tienen un gran poder a la ofensiva y, si no fueran los contrarios de Villa Clara, le gustaría ver siempre a Alfredo Despaigne, en espera de un gran batazo.