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Fechorías del Olonés en Remedios

 

   Remedios, con 495 años de existencia, exhibe muestras del paso del tiempo en sus casonas de estilo colonial y calles adoquinadas, sitio donde se cuentan historias salpicadas de leyendas, como las fechorías de los piratas en la villa.

Una de esas narraciones tiene como protagonista al Olonés, bandido de origen francés, conocido como de los más sangrientos y desalmados que asoló el Caribe.
En la década del 60 del siglo XVII, el famoso malhechor  partió de la Isla Tortuga hacia la localidad cubana con el empeño de atacar la población, de la cual esperaba obtener jugoso botín, pues en San Juan de los Remedios se hacían pingües negocios con tabaco, azúcar y pieles.
La llamada de auxilio de la pequeña comunidad llegó hasta el gobernador de la Isla, entonces don Francisco Dávila, quien con agilidad envió un buque armado con órdenes de dar muerte a todos los piratas, excepto al capitán, a quien debían trasladar hacia La Habana.
Los bandoleros advirtieron la llegada del navío español y disfrazados con ropas de pescadores, hechos prisioneros, pasaron al puerto en horas de la noche.
Al romper el alba, el Olonés fue al abordaje del barco ibérico con sus hombres y fue tal el ímpetu, que los uniformados se rindieron y de los 90 cautivos, solo dejó uno con vida.
El interés del malvado marino fue enviar con el sobreviviente un mensaje a Dávila en el cual le informaba que no daría cuartel a ningún español y alentaba la esperanza de exhibir la cabeza del gobernador, como trofeo.
La incursión del temible sujeto en estas tierras tuvo gran impacto entre los remedianos e influyó, junto a otros motivos de índole económica, para que varias familias se trasladaran más al interior de la Isla y fundaran la ciudad de Santa Clara, hace más de tres centurias.

 

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