Loma del Capiro: singular accidente geográfico citadino

Las elevaciones del Capiro con unos 180 metros sobre el nivel del mar, resultan singulares símbolos locales que por su ubicación en medio del ajetreo urbano son testigos y partícipes de la vida de la ciudad de Santa Clara, la cual cumplirá 325 años en julio próximo.
  Estas alturas resultan referentes geográfico e histórico, donde ondean inmensas banderas nacional y del 26 de julio, las que se pueden observar desde lejos.
  Un populoso barrio se asienta en sus faldas, mientras que en la cima se obtiene la vista panorámica de casas de techos de tejas rojas y crecientes cantidad de edificios modernos, en un sinfín de calles serpenteantes.
  Capiro es la más pequeña y occidental del conjunto de tres lomas, donde hace unos 200 años, se extrajo una piedra caliza, circular, con la cual fue moldeada la pila bautismal, usada en la iglesia mayor, institución demolida en 1924.
  La añeja pieza se guarda hoy en la catedral y es origen del mote de “pilongos”, dado a los pobladores bautizados en la mencionada fuente.
  El monumento, ubicado en la cumbre de una de las elevaciones, recuerda al comandante Ernesto Guevara, quien utilizó la altura para que las fuerzas de la columna ocho, Ciro Redondo, bajo su mando, realizaran acciones en la toma de Santa Clara, en 1958.
  En una de las laderas de la colina crecen 324 tamarindos  resultado de una tradición de siembra, de uno de ellos, en cada aniversario, porque fue bajo un ejemplar de este tipo de árbol que se ofició la misa fundacional en 1689.
  A este lugar querido acuden pobladores de todos los grupos etarios en busca de la campiña, para alejarse de la agitación ciudadana, el ruido de los claxon y otras estridencias de la vida moderna.
  El Capiro es el sitio donde han acampado todas las generaciones de pioneros de Santa Clara, escenario excepcional para la realización de actos patrióticos y Monumento Nacional desde 1990.
  Allí funciona un restaurante de comida criolla, pero muchos visitantes prefieren llevar su refrigerio para disfrutarlo en contacto con la naturaleza./