Zeolita: regalo de la naturaleza


    Cuba recibió de la naturaleza numerosas y maravillosas playas, un clima agradable, importantes minas de níquel y abundantes reservas de zeolita, mineral de variados usos, muy necesario en un mundo cada vez más  contaminado.
  Nace de rocas sedimentarias y su conformación permite las más variadas aplicaciones en la producción de fertilizantes,  la purificación del agua, medicina, estomatología y biotecnología, y hasta en la industria de materiales de construcción.
  Entre las propiedades del mineral aparecen su alta capacidad para el intercambio iónico, absorción de nutrientes, elevadas posibilidades para la hidratación y deshidratación y una composición química muy estable.
  Esta sustancia inorgánica tuvo su boom en los años 80 del siglo XX, y aunque entonces faltaron conocimientos y prácticas para su empleo, hoy tiene abierto el camino frente a contaminaciones al entorno y el uso indiscriminado de productos químicos en la agricultura.
  En la Isla existen tres yacimientos de abundantes reservas, con sus plantas procesadoras en Villa Clara,  Holguín y Camagüey, lo cual garantiza variedad de granulometrías.
  La utilización de zeolita en la alimentación de cerdos y su adición en la formulación de fertilizantes, para los cultivos de papa y tabaco, figuran entre las aplicaciones que despiertan creciente interés en la economía nacional.
  Orel Pérez, especialista dedicado al estudio del mineral por más de 40 años, certificó su utilidad como extensor del hormigón para mejorar la calidad y disminuir el cemento  empleado en la ejecución de hoteles en Cayo Santa María y  Varadero.
  Probadas investigaciones evitarán la adquisición de sustratos como antracita y carbón activado para filtros de las plantas potabilizadoras de agua, cuando, en fecha próxima, se sustituyan por la piedra, después de tres años de análisis.
  En el planeta existen alrededor de 50 tipos de zeolitas naturales con peculiaridades que le permiten una amplia gama de usos, de ellas las cubanas, entre las mejores del orbe.