Palacio Arenas: joya del art nouveau
Como el ave Fénix, el Palacio Arenas, de Sagua la Grande, renace en medio de una restauración que devolverá el esplendor a una edificación considerada una de las siete maravillas de la arquitectura de Villa Clara.
Popularmente conocida como castillo, palacio, casa de los misterios y leyendas, su belleza estimuló la imaginación popular de una población orgullosa de contar con una construcción semejante.
El art nouveau es un movimiento artístico que surge a fines del siglo XIX y se proyecta hasta las primeras décadas del siglo XX. Su mayor expresión aparece en el diseño y la arquitectura, en esa última impulsa técnicas constructivas que utilizan abundante hormigón, hierro y cristal.
Este inmueble, de estilo ecléctico, fue construido en 1918 y muestra abundantes elementos del movimiento art nouveau. Resulta una edificación de altos valores patrimoniales que llegó a la actualidad con mínimos niveles de transformación.
La mayor atracción del edificio radica, fundamentalmente, en la decoración de pisos, muros, pinturas murales, trabajos en yeso para falsos techos, escaleras de mármol, rejas y carpintería.
Diseños propios del art nouveau están presentes en las mamparas, sócalos, arcos, tanto de los salones principales como de las galerías; mientras en la fachada, se observa en los balcones y detalles de las balaustradas, con cierta mezcla de estilos.
La ejecución de esta obra coincide con un momento de auge económico en la ciudad del centro norte de Cuba, desde mediados del siglo XIX hasta las primeras década del XX, y llama la atención por sus cuatro niveles.
Cuenta con una decena de dormitorios, seis baños, dos cocinas, cuatro salones y un mirador desde donde se divisa casi toda la ciudad.
Esta obra fue concebida para vivienda, función que conservó por mucho tiempo, y ahora en manos Fuerzas de Mantenimiento Constructivo y artesanos del Fondo de Bienes Culturales de la localidad, se recupera para la promoción de las artes plásticas y la música.
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