Blogia
Pilongos


Sabana a las puertas de la vida citadina


   La naturaleza favoreció a Santa Clara, ciudad del centro de Cuba, con la proximidad de una zona donde abundan las flores y más de un centenar de especies de la fauna, espacio que sirve de pulmón a la contaminada  vida urbana.
   Con más de siete mil 200 hectáreas, al Sureste de la urbe, existe un sitio declarado Reserva Florística Manejada, por los valores que atesora y la necesidad de intervenciones activas de manejo para su protección y mantenimiento.
   Sabanas de Santa Clara, así se conoce ese lugar de abundante riqueza vegetal que se afianza en alto endemismo con predominio de formaciones vegetales propias de la zona, como matorrales espinosos sobre suelo de serpentina.
   Cactus, en peligro de extinción y una palma, la cocotrinax clarensis que aparece en el escudo de la ciudad, forman parte de las 481 especies de la flora que viven en ese espacio, de las cuales 144 son endémicas.
   Plantaciones forestales favorecen la vida, fundamentalmente de una pluralidad de tipos de aves, entre las que figuran arrieros, zunzunes y tocororos que encuentran allí su hábitat, a pocos kilómetros del ruido y el movimiento cotidiano de la localidad.
   La biodiversidad se desarrolla en este oasis verde sobre un relieve llano ondulado, con suelos poco profundos sobre piedra serpentinita.
   Sabana de Santa Clara resulta un oasis de flora y fauna en las inmediaciones de la urbe para suerte de los pobladores de la localidad, a quienes corresponde su cuidado  y protección.

0 comentarios